Llevo todo el día recorriendo la provincia ecuatoriana de Tungurahua. Aquí he vuelto a visitar a mis viejas amistades de la comunidad de los salasaca. ¿Quiénes son los salasaca?. Los indios salasaca vivían, originariamente, en el altiplano boliviano, a unos 4.000 metros de altura sobre el nivel del mar y siempre se mostraron indómitos ante la conquista de los incas, contra quienes lucharon , una y otra vez, en forma de guerrillas.
Huayna Cápac, el décimo Inca, los proscribió por este y otros motivos como no aceptar el patriarcado, desterrándoles, a manera de "mitimaes! (pueblos expatriados), a tierras de Colombia y Ecuador. Los afincados en Ecuador fueron un número de 52 hombres y 23 mujeres que quedaron instalados en un sector de la Provincia de Tungurahua.
¿Dónde están situados estos salasaca ecuatorianos?. Saliendo de la ciudad de Ambato hacia la de Baños, en la región situada entre el río Pachanlica y el cerro Teligote, viven actualmente entre 10.000 y 10.500 salasaca descendientes de aquellos "mitimaes" que llegaron desde Bolivia.
Su territorio ocupa unos 20 kilómetros cuadrados de extensión y se dividen en caseríos, siendo el más importante el de Capillapamba, lugar sagrado, en donde se celebran las fiestas religiosas y se practican bailes, juegos y corridas de toros.
Vestidos ellos con poncho negro y pantalones blancos, acompañados de chatos sombreros, y ellas con anacos y chales negros que, al igual que los varones, los cambian por otros de llamativos colores cuando llegan las fiestas, lo que más aman los salasaca es la libertad, pero no como un concepto abstracto sino en forma de vivencia concreta. Es por ello por lo que se consideran campesinos libres.
El salasaca es un tipo de indio muy apegado a sus tradiciones y sólo admite en su sociedad a quienes aceptan su forma de vida, vistiendo de la misma manera que él y ajustándose a su forma de implantar la justicia que es aplicada por sus cabecillas. Por otro lado, el salasaca es muy individualista excepto cuando tiene que trabajar en labores comunitarias, en cuyo caso efectúan mingas. Con ellas han logrado grandes éxitos agrícolas, construcciones de acequias y creación de canales de regadío.
Con la agricultura han conseguido obtener grandes cosechas de maíz, fréjol, lenteja, arveja, alfalfa, papa y frutas como manzanas, peras, duraznos y el capulí típico de la región.
Los habitantes de Salasaca han sido siempre muy hábiles para la artesanía de tejidos que realizan con suma paciencia (2 días de trabajo para lograr un buen tapiz) usando telares de madera que hacen funcionar con pies y manos. La materia prima es lana de oveja que, después de lavada y desengrasada, la tiñen con vivos colores producidos con anilina y otros compuestos vegetales. Antes de entretejer la lana ésta ha sido envuelta en ovillos a través de rodelas de madera.
En cuanto al comercio es uno de los poquísimos pueblos indios que lo practican escasamente, pero destaca la venta de figuras de madera de balsa que compran en Baños y venden una vez teñidas de anilinas y diversos barnices.
Los salasaca son muy propensos a ejercitar música y han llegado a componer un grupo, llamado "Salasaca Manta", que realiza giras músico-culturales por los Estados Unidos de América y otros países del continente. Basan sus composiciones con letras elaboradas en quichua, su lengua original, empleando instrumentos de madera como la flauta, el pìjuano, el pingullo o el bombo forrado de piel.
Sus fiestas principales son las de los Alcaldes y las Octavas de Corpus, en las que lucen sus más vistosos atuendos típicos coloreados, bailando todo el día, sin apenas descansar, mientras se colocan un artilugio cónico, llamado uma, sobre sus cabezas. El peso total que soportan se aproxima a un quintal. Otros festejos, donde demuestran actividad febril, son Carnaval, Ramos, Quasimodo, Chaupihuata y Navidad, mezclas de manifestaciones cristianas y tradiciones paganas, donde los más acaudalados de la población gastan en agasajos y bebidas.
Antiguamente una mujer salasaca podía tener, sin ser castigada por ello, dos o tres maridos, manera de mantener un buen número de habitantes en la comunidad y una de las causas para no aceptar la imposición incaica del patriarcado.
Al contrario que otros indios, como es el caso de los Otavalo, el hecho de cortarse los largos cabellos no es motivo de deshonra para el hombre Salasaca.
Sus sentires religiosos están divididos entre católicos (con igleisa construida el 18 de Mayo de 1968) y evangélicos, instaurados algo más tarde pero con cierto auge actual.
Añado, por último, que son buenos en la ganadría y criadores de vacas, toros, cuyes, conejos, gallinas y pavos.
Fuente: Cuadernos Americanos.
07 noviembre 2009
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